Imagino y estoy segura que no soy la única que se interesa por
conocer que ha hecho este Gobierno en cien días. Si es cierto,
cien días es poco, pero los salvadoreños y salvadoreñas
que no gozamos de seguridad privada, de carros blindados y de vivir
en una zona custodiada, nos queda solamente eso: ilusionarnos y esperar.
La
gran mayoría confía que este partido de "cambio",
venga a darle un respiro al país de
tanta delincuencia, corrupción, extorsiones y
gastos innecesarios de alguna entidades; digo la gran mayoría haciendo énfasis al
porcentaje con el cual se ganó la presidencia, un poco más del 51%.
Pero bien, que podemos decir de los cien días:
Siguen los crímenes, las extorsiones, se encontraron partes de cuerpo humano en diferentes lugares... algo real y no una campaña mediática.
Vimos a un sacerdote que
estaba ligado a los pandilleros, el cual confesó su delito y de premio se le
manda a España con "periodo probatorio de dos años en las que
deberá cumplir algunas reglas de conducta con medidas",
(cabe resaltar que introducir ilícitos al penal
suena "inofensivo", lo triste y cruel ha de ser saber para que
sirvieron estos ilícitos y cuántas vidas se perdieron a causa de
ello), pero lo más espectacular es escucharlo decir " ser tratado así me
ha parecido muy injusto".
Encontramos también,
a un grupo de personas detenidas por trata de persona, donde se comercializaba
a jóvenes menores de 18 años y donde los clientes, beneficiarios como los
explotadores, quedaron fuera del proceso judicial.
Otro caso no menos
importante, los jugadores acusados de amaño, los mismos a los que se les
acusa de vender los partidos de la selección mayor, si ellos... pues,
ellos serán procesados en libertad.
Y el que
no podía faltar, el boom de la semana pasada, Francisco Flores. Luego
del show político en el gobierno anterior, luego de las
declaraciones del fiscal, luego de la difusión roja de la Interpol,
él se presenta como si nada un viernes 5 de septiembre a las 8 y 15
de la mañana al Juzgado Primero de Instrucción de San Salvador,
y ahí, luego de muchas horas, el juez decreta darle "arresto
domiciliar por considerar que no existe peligro de fuga".
Esto es solo
un resumen, no de los cien días, sino que de menos, y se
hace hincapié ¿por qué?, porque en el discurso del 1 de junio
de este año, se dijo:
"Vamos
a combatir la delincuencia en todas sus formas, con todos los instrumentos
legales y coercitivos del Estado".
"Los
recursos del pueblo son sagrados y sólo se utilizarán para favorecer el
desarrollo y el bienestar del mismo".
"A los
trabajadores les digo que fortaleceremos las condiciones para generar empleos
dignos con salarios justos y que defenderemos su dignidad y sus derechos
laborales. Reconocemos en ustedes uno de los actores más importantes del
crecimiento con equidad y justicia que buscamos para El Salvador".
Hasta el
momento, y luego de 100 días, seguimos esperando que parte, (no todo) de
lo que se prometió se cumpla, o al menos que se vea una luz de que se
intentará hacer.
Insisto,
es cierto que cien días no es nada, pero nos sirven de muestra.
Nosotros a pesar de todo, seguiremos esperando, total dicen que la esperanza es lo último que muere, ¿qué más podemos hacer?
Un análisis muy acertado, y eso que a penas van cien años.
ResponderBorrarUn análisis muy acertado y eso que van a penas cien días.
ResponderBorrar